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Entrevista a Laura Huertas, Directora de Investigación e Intervención de la Fundación realizada por


"La manera de educar las sexualidades es mediante un programa que sea progresivo con las edades, desde pre-básica hasta Cuarto Medio y que se involucre con los apoderad@s y con l@s profesores/as."

El día 4 de mayo la estudiante de Periodismo Valentina Nieto realizó una entrevista a la Directora de Investigación e Intervención en la cual se discutieron temas referente a la realidad que se vive en Chile referente a la Educación Sexual. Los/as invitamos/as a leerla a continuación:

 

Entrevistada: Laura Huertas Parra, Directora de Investigación e Intervención de la Fundación Educación Sexual Ahora

Entrevistadora: Valentina Nieto, estudiante de Periodismo de la Universidad Diego Portales.

¿Chile vulnera los Derechos Humanos al no proporcionar educación sexual?

La académica asegura que la obligación de instruir en sexualidad debe recaer principalmente en el Estado y que comentarios como los del ministro Varela denotan la falta de formación que existe en esta materia.

¿Y quién debe hacerse cargo? ¿Estado o padres? El quién debe llevarse la responsabilidad de instruir en sexualidad es un tema de actual debate y discusión. El Presidente de la República, Sebastián Piñera, tiene su punto de vista. “Lo más importante es que los padres se preocupen de educar a sus hijos en todo”, declaró el mandatario al ser cuestionado respecto esta temática tras los polémicos dichos del actual Ministro de Educación, Gerardo Varela.

Sin embargo, al otro extremo de la balanza, hay opiniones que contrastan con los dichos del Jefe de Estado. Laura Huertas es la Directora en Investigación e Intervención de la Fundación Educación Sexual Ahora; Organización que nació, como ella misma señala, en respuesta a las grandes carencias de la educación sexual chilena. Oriunda de Colombia y psicóloga con un Máster en Investigación e Intervención Psicosocial, es defensora de la responsabilidad y deuda que tiene el Estado con la correcta formación en sexualidad chilena.

¿Hay una carencia con respecto a la educación sexual en Chile?

La fundación surgió precisamente de la carencia que nosotros identificamos en la educación sexual en Chile. Los programas actuales se basan mucho en un sólo modelo y restringen lo que son las otras sexualidades. Consideramos que hace falta conocer qué es la educación sexual, qué es la sexualidad, cuáles son sus dimensiones y llevarlo al público general, desde los colegios hasta todas las personas. Nosotros lo primero que hicimos, como fundación, fue crear el árbol del problema. Éste, como su nombre lo dice, buscaba identificar el problemática que hay en Chile. En nuestro país es que hay inexistencia de educación sexual. Si bien, hay programas de educación, no se sabe si están funcionando, ya que el Estado no les pide evaluación. Además, hay colegios que no tienen programas o implementan proyectos, pero son ineficientes porque en realidad son una charla o un taller anual. Para nosotros la educación sexual no debe ser así. La manera de enfrentar las sexualidades es mediante un programa que sea progresivo con las edades, desde pre-básica hasta Cuarto Medio y que se involucre con los apoderados y con los profesores. Esto no se está haciendo actualmente.

Y con sesgo, ¿A qué se refiere?

Cuando hablamos de sesgo nos referimos a que, actualmente, vemos programas que se basan en la opinión de una persona. Eso es sesgado porque está basándose en la mirada de un grupo particular. Lo que nosotros queremos es que se haga desde la investigación académica. Que haya una revisión de artículos, que se haga un meta análisis y que, después, se llegue a una conclusión para establecer criterios.

¿Qué temas debería abordar una buena educación sexual?

Nosotros nos basamos en un modelo de educación integral, el cual contempla siete dimensiones de la sexualidad, que son: salud sexual y reproductiva, género, violencia, diversidad, relaciones interpersonales, ciudadanía sexual y placer. Cada una de estas dimensiones tienen subtemas o temas más pequeñitos, por ejemplo: salud sexual y reproductiva contempla los temas que en general se hablan en sexualidad; embarazos, test, anticonceptivos, VIH, etcétera. En género, se busca mostrar qué son los estereotipos de género, qué son los prejuicios, qué es la discriminación, con el fin de generar una visión crítica de lo que es el género. En la violencia, se busca hacer que las personas tengan claro qué es la violencia, saber cuándo eres víctima de violencia o si uno es violento en sus relaciones. Si bien aquí hablamos de violencia sexual, también se hablan otros tipos de violencias, por ejemplo, violencia por diferencia de género, violencia por diversidad sexual y así las dimensiones se van mezclando. En diversidad, es toda esta gama de LGTBI, que contempla quiénes son y qué derechos tienen. Sin embargo, no es sólo eso, sino que también se procura hacer entender que todos somos diversos de alguna u otra manera. En relaciones interpersonales, se engloba lo que se supone que es una relación sana de pareja. En ciudadanía sexual, se contempla procurar que la gente conozca cuáles son sus derechos, a dónde pueden ir si tienen un problema, a qué cosas pueden acceder y a qué edades. Y, por último, el más importante para nosotros como fundación: el placer. Pero el placer entendido no como sinónimo de orgasmo, sino que como bienestar con tu pareja. En la medida que todas estas otras dimensiones se cumplan, puede haber un placer. Es importante señalar que la educación sexual no es sólo la transmisión de conocimientos, sino que también que las personas deben desarrollar ciertas habilidades, es decir, que tengan pensamiento crítico y puedan tomar decisiones al momento de llevar su relación sexual.

¿A qué se pueden atribuir los bajos índices de educación sobre sexualidad?

Hay un tabú que gira en torno a la sexualidad. En el imaginario social, la sexualidad es igual al coito y éste es algo malo. Como a los niños se les ve como inocentes, la gente no quiere que a sus hijos se les enseñe de sexualidad. Sin embargo, se desconoce que existen otras dimensiones que necesitan ser educadas desde pequeñitos porque te construyen como persona y te dan un bienestar personal. Que nadie conozca y eduque sobre la sexualidad genera más rechazo. Salen estas personas que dicen “¡¿cómo le van a enseñar a mi hijo las posiciones del Kamasutra si tiene 4 años?!”, pero uno no le va a enseñar eso, sino cosas acordes a su proceso de vida. Consideramos que es muy difícil que alguien se oponga a este proyecto como tal, pero como la gente no sabe que existe, se opone, sin saber de toda la integralidad que lo compone.

Ustedes mencionaron que el Estado tiene que estar seguro sobre la educación sexual para dar seguridad al resto de la población. Bajo esa premisa, ¿cómo afectan los dichos del Ministro de Educación, Gerardo Varela, a la concepción que tiene la sociedad en general sobre educación sexual?

Bueno ahí hay varias cosas que analizar. Primero, lo de los dispensadores de condones. Nosotros estamos a favor y en contra de esta medida, dependiendo del trabajo que se haga con esa comunidad educativa. Un dispensador de condón puede ser muy positivo, si se da un real uso a los condones que están a disposición. Sin embargo, el simple hecho de poner una máquina dispensadora de condones, no te asegura que los estudiantes los van a utilizar como corresponde. Otro punto, es que se crea la falsa ilusión, de que como ya se pusieron los dispensadores, el Estado se puede despreocupar de las cifras y la responsabilidad pasa del Estado al estudiante. Dicen “yo les puse condón, pero ustedes no lo usan”. En segundo lugar, ante los dichos del ministro Varela, nosotros nos cuestionamos: si sus hijos fueran mujeres, ¿el diría lo mismo? Sus palabras dan cuenta que él también necesita educación sexual. El ministro no hace más que reforzar estereotipos de género, los transmite y se hace que se queden en el inconsciente de las personas. Con esto vemos que los altos rangos, los que se supone deberían tener mayores conocimientos, no son conscientes de sus propios estereotipos y de su propia educación sexual. Por otro lado, está lo que menciono Sebastián Piñera, que los padres deberían hacerse cargo de la educación sexual de sus hijos. Hay que entender que la ley dice que la responsabilidad de educar es del Estado y la educación sexual hay que entenderla como una disciplina más, la cual debe ser entregada por éste a través de los colegios. Los padres tienen responsabilidad, pero es como enseñar matemática. El colegio enseña matemáticas y si la familia refuerza matemáticas es mejor todavía, pero la base tiene que estar en los establecimientos educacionales. No al revés.

Bueno de hecho, actualmente, los Programas de Salud, Educación e Infancia que Sebastián Piñera postula para su gobierno, no incorporan un plan de educación sexual.

Exacto. La verdad es que fueron los índices de VIH los que hicieron reaccionar al Estado en educación sexual, se dieron cuenta que la sexualidad es algo contingente. De hecho, las declaraciones del Presidente y el Ministro de Educación, dejan en manifiesto que el Estado no va a hacer nada con respecto a la educación sexual. En el 2010 se firmó la Ley 20.418 que se suponía era sobre educación sexual, pero ni siquiera se relacionaba con el Prevenir con Educación ni educación sexual.

Pero la Ley 20.418 estipula que la educación sexual en los colegios debe ser obligatoria desde Primero Medio hasta Cuarto Medio.

Exacto, pero es sólo eso. Eso que tú nombraste y nada más. El foco de la ley no era educar a los docentes ni empoderarlos. El Ministro de Salud y de Educación eran los mismos que fueron a la Cámara de Diputados a legislar sobre el tema y fue como un trámite, o sea “sí, Chile se suscribe a los derechos humanos”. Se supo de los resultados el 2012 y no se hizo nada. Se supo en el 2015 y no se hizo nada. Recién ahora se está haciendo algo entre comillas.

¿La educación sexual es parte de los derechos humanos?

Sí, es un derecho sexual y reproductivo. O sea están los derechos humanos, luego están los derechos sexuales y reproductivos y dentro de estos está el derecho a la educación sexual. Chile ahora podría irse a juicio en la Corte Iberoamericana y enfrentar un juicio por su educación sexual ineficiente y sesgada. Chile está vulnerando los derechos humanos. Hoy la educación sexual no se entiende como un derecho, sino como prácticamente un favor. Es como “sí, te vamos a enseñar educación sexual, pero la obligación es tuya”. Eso no es así, el Estado debe proporcionar educación sexual porque es su deber y es un derecho de todas las personas.

¿Y cómo se podría lograr ese objetivo?

Esto se podría dar como un plan más a largo plazo, es decir, educando a los padres y estudiantes, ellos después van a ser grandes y tendrán sus familias y podrán educar a sus hijos en colaboración al Estado y así vamos asegurando que todos estén educados en sexualidad.

Valentina Nieto

Estudiante de Periodismo

Universidad Diego Portales


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